Tiempo de rebranding, nueva imágen. Desde hace catorce años nos enfocamos en el desarrollo de soluciones de software a medida para empresas que necesitan una transformación en sus procesos, más de una década creando sistemas tecnológicos exclusivos pensados para cada cliente en particular, adaptándonos a sus necesidades y culturas organizacionales. En todo este tiempo nos hemos enfocado principalmente en la excelencia de nuestro trabajo y el vínculo personal con nuestros usuarios. Queremos inaugurar una nueva etapa y acompañar nuestro crecimiento potenciando y mejorando nuestra comunicación e imagen. Por eso decidimos que es el momento perfecto para realizar un rebranding de nuestra marca y expandir fronteras.

¿A qué nos referimos cuando hablamos de rebranding? 

Se trata de un término con el que se define una serie de procesos mediante los cuales una marca ya existente y con cierta trayectoria modifica algunos o todos sus aspectos identitarios a fin de ampliar su mercado y expandir sus horizontes. En palabras de la experta en Marketing de Contenidos del staff de HubSpot, Ana Isabel Sordo: “Un rebranding puede incluir desde una modificación en el nombre o diseño de la marca […] hasta la tipografía utilizada e incluso formas de trabajo internas o las fórmulas de despedida de sus emails”.

Básicamente consiste en arriesgarse al cambio, dejar ese lugar de confort en el que estuvimos todo este tiempo y adaptarnos a los nuevos entornos con el espíritu renovado, pero el corazón intacto.

Nueva identidad para una nueva etapa

Cuando comenzamos d3, allá por 2008, nuestra única preocupación era desarrollar los mejores software a medida para responder a las necesidades de las empresas que buscaban digitalizar o modernizar sus procesos y confiaban en nuestro trabajo para llevar adelante una tarea tan delicada. Por eso, enfocados casi exclusivamente en ese objetivo, salimos al mundo con una imagen visual sencilla y una paleta de colores exclusivamente en azules. Hoy sentimos que es tiempo de renovarnos, evolucionar, y reflejar nuestro compromiso con la excelencia también a través de nuestra identidad visual.

Con la intención de honrar el camino recorrido pero transmitir correctamente nuestro propósito ya desde la imagen, para esta nueva etapa decidimos respetar toda esa trayectoria manteniendo ciertos aspectos de aquel isologo inicial y, al mismo tiempo, darle una nueva perspectiva a nuestra marca identificatoria, buscarle un giro que represente ambos aspectos de nuestra empresa: la seriedad y el compromiso que ponemos en nuestro trabajo, más la calidez y la empatía entre quienes hacemos d3 y nuestros clientes.

En ese sentido, buscamos desarrollar una imagen más moderna sin modificar los parámetros originales del logo. Por eso mantuvimos la d minúscula que nos identifica, aunque quitamos la itálica de la tipografía y mejoramos el paralelismo de las líneas rectas que unifican ambos elementos de nuestro nombre (la letra d y el número 3), logrando así un mayor equilibrio en el isologo.

Por otro lado, decidimos quitar el botón on/off que habíamos incluido en nuestro isotipo, ya que no solo hacía referencia al mundo del software, sino además a todo el espectro tecnológico en su conjunto, y elegimos reemplazarlo por dos símbolos que utilizamos diariamente en nuestra actividad como desarrolladores: el signo mayor a menor y el guion bajo; ambos en líneas sólidas (simbolizando nuestra precisión en la programación, nuestra búsqueda de la perfección) y ambos, elementos claves de nuestra tarea cotidiana.

En cuanto a la paleta de colores, quisimos mantener el azul que siempre nos ha identificado, ya que representa nuestra seriedad en la forma en que encaramos cada proyecto, aunque también decidimos expandir la paleta hacia los magenta para expresar en un tono cálido nuestra pasión por lo que hacemos, el clima de trabajo de nuestros equipos y la relación empática  que establecemos con nuestros clientes.

Finalmente, elegimos una familia tipográfica elegante y clara, una sans-serif como la Raleway, producto de la creatividad de artistas gráficos como Matt McInerney, Pablo Impallari y Rodrigo Fuenzalida, que nos permite reflejar de manera simple y transparente nuestro trabajo, los procesos que se ven involucrados en el desarrollo de software y nuestra comunicación en general.

Un rebranding que refleje nuestra evolución

Ya cumplimos casi una década y media trabajando en el desarrollo de sistemas tecnológicos que respondan a las necesidades particulares de cada cliente, concentrándonos en nuestro producto y en acompañar a las empresas a lo largo del proceso de transformación digital, apoyándolas en su crecimiento en forma sostenida y escalable.

Artesanos del software, estos catorce años de vida hemos proyectado, diseñado, programado y ejecutado soluciones tecnológicas pensadas desde las particularidades de cada caso sin dejar detalles librados al azar, sabiendo que ninguna empresa es igual a otra, que cada una tiene problemáticas propias, únicas, que requieren soluciones específicas e innovadoras. Todo este tiempo hemos puesto nuestras energías en desarrollar herramientas tecnológicas robustas y duraderas, impulsando nuestro trabajo a una evolución permanente y constante. Hoy queremos que nuestra comunicación también refleje ese proceso.

En un entorno que se ha digitalizado a la fuerza en los últimos dos años y medio, muchas empresas han debido adaptarse a contextos a los que no estaban habituadas. Sin opciones, han tenido que automatizar procesos, reconfigurar estructuras, mejorar las herramientas virtuales que venían usando o pensar en un universo digital en el que hasta ahora no habían reparado. Muchas de ellas, por cuestiones de desconocimiento del ámbito, han optado por software enlatados que no resuelven las problemáticas de fondo que su mercado requiere y que sus usuarios reclaman. 

Por eso decidimos derribar nuestras fronteras y ampliar nuestro alcance, escuchar las necesidades de aquellas empresas que aún buscan soluciones tecnológicas a su medida, que duren en el tiempo, que no queden obsoletas en el camino. En ese sentido, se nos hace preciso comunicarnos en un lenguaje más universal, tender puentes, abrir caminos, construir relaciones duraderas con nuevos clientes que nos confíen sus problemáticas y nos ayuden a construir juntos las herramientas que sus empresas necesitan. 

Somos d3, seguimos siéndolo, no dejaremos de serlo nunca. Nuestro compromiso con la calidad, nuestra dedicación con cada proyecto, nuestra capacidad de adaptación y desarrollo para cada problemática, continúan intactas. Solo decidimos cambiar la forma en que comunicamos nuestra marca. Apenas eso, las ropas. El corazón continúa latiendo, como desde un principio, impulsado solo por la búsqueda de soluciones robustas y duraderas, de software a la medida de cada cliente, de relaciones a largo plazo con quienes confían en nuestra capacidad de desarrollo, en la excelencia en nuestro trabajo y en la calidez humana que nos caracteriza.